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COMUNIDAD AWA KWAIKER
"MORADORES DE MONTAÑA"
TERRITORIO Y POBLACIÓN
Son casi 5.900 personas de las cuales la mayor parte viven en los municipios Nariñenses de Ricaurte, Barbacoas y cumbal y el resto en Putumayo en el municipio de Villagarzón.
VIVIENDA
Las viviendas las construyen sobre cuatro postes principales, dos metros separan los pisos de la vivienda de la tierra, distancia que evitan las molestias de la humedad, el lodo y los insectos. En este espacio albergan los animales domésticos y guardan utencilios viejos.
Awa siginifica gente, es un vocablo que los Kwaiker utilizan con frecuencia para referirse a cualquier persona; ellos mismos se denominan inkal awa, gente de montaña.
Su lengua perteneciente a la familia lingüística chibcha y hoy la acompaña el español, idioma que es hablado por algunos de ellos.
Son numerosos los asentamientos de esta comunidad indígena; estan dispersos a lo largo del curso de los principales ríos. Ellos son: Vegas, Nulpe, Cungupí, Canumbí y Cuembí. También se asientan en un flanco del río San Juan, Nariño en el lado colombiano.
LABORES DIARIAS
Horticultores que cazan, pescadores que crian ganado y otros animales domésticos, esos son los Kwaiker. Basan su sistema agricola en el cultivo del maíz, una labor que comprende varias etapas. El primer paso es la selección de la tierra, luego hombres y mujeres cortan el rastrojo trozandolo en pequeños pedazos y lo dejan así un tiempo para que sirva de abono natural a la semilla, hay hombres especializados en sembrarla, lanzandola al voleo de tal forma que quede distribuida por igual en todos los tramos de la parcela.
Después de la siembra se acostumbra tumbar árboles altos dejando parte parte del tronco para que las raíces ayuden a evitar la erosión, además conservan los que son de utilidad economica. Pasada la cosecha no se vuelve a sembrar en el mismo lugar durante los cinco años siguientes, tiempo destinado a la recuperación de la tierra.
Precisamente la agricultura que practican se orienta a preservar la fertilidad de los suelos y a evitar la erosión
El plátano chirario es otro de los productos que cultivan junto a la yuca y frijol; es un ejercicio agricola permanente y su fruto lo consumen en bala esto es, cocido y machacado hasta formar una masa. La caña de azucar también ocupa un lugar importante en las labores de la tierra; se utiliza para la alimentación de cerdos y la producción de miel y guarapo.
ORGANIZACIÓN
La asignación de los oficios cotidianos de pende del sexo. Las labores domésticas son femeninas mientras que los hombres se encargan de la producción para subsistir; hay ocasiones, sin embargo, en que la mujer participa de las tareas agricolas.
El parentesco y la tenencia de la tierra determinan la organización de los asentamientos. Cada uno está formado por un conjunto de casas de hermanos descendientes de un tronco común. El grupo dirigente puede estar encabezado por uno o dos hombres y sus hermanos con sus hijos respectivos. Cualquier persona que trate de actuar en un asentamiento puede hacerlo con más eficacia una vez que reconozca el grupo dirigente.
Existen alianzas territoriales entre parientes como los matrimonios con implicaciones en las en las normas de la futura residencia de las parejas, la propiedad y la herencia. Esto ha llevado a unas relaciones sociales y económicas orientadas a fomentar la ayuda mutua y la solidaridad de la comunidad al convertirse todos en parientes cercanos.
VESTIMENTA
La comunidad ha cambiado conciderablemente su vestimenta. Los misioneros de antaño impusieron el camisón largo de lienzo con cuello alto y alforzado, pantalón y sombrero como atuendo masculino. Las mujeres usaban una faja de bayeta roja con que envolvían la cintura y que caía los tobillos, y otra de color azul que llevaban en los hombros para cubrir la espalda y el pecho. Hoy en día los hombres visten como los campesinos de la zona y han reemplazado el sombrero por la cachucha.
Costumbre femenina es usar vestidos confeccionados con tela adquirida en los mercados y pintarse de rojo las mejillas.
CREENCIAS
Con sus mitos y creencias explican las realidad del mundo que los rodea, regulan el orden social y destacan sus valores culturales. Para ellos existe un mundo superior con seres imaginarios y poderes espaciales con los que se pueden comunicar sólo a través de su magia.
La veneración de los muertos es un ritual que se conserva y en la celebración de honras fúnebres prevalece la creencia en la resurrección y la vida eterna. Cuando un indigena muere lo envuelven en una cobija, sábana o esterilla de chonta y lo velan con lámparas de kerosene o velas. Los asistentes permanentes callados y toman guarapo o chicha. Avanza la nochey empieza la charla y el baile. Al amanecer entierran al muerto en un sofa que hacen debajo de la casa, le colocan todas sus pertencias, ropa, machete y alimentos. Además siempre le dejan un eslabón, una lámpara y fósforos para que el muerto pueda hacer fuego en la oscuridad y desplazarse con facilidad.
En la tumba colocan una cruz de madera y sobre ella el sombrero del muerto, un machete y una jigra o mochila de pita.
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ESTAMOS REMODELANDO LOS ANDES
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