COMUNIDADES KOGI, ARHUACO Y WIWA
"PENSADORES SERRANOS"
En el suroriente del macizo, cerca de los afluentes del río Badillo en una zona sin bosque y con suelos erosionados, vive una comunidad bastante dispersa: lso Wiwa. Los valles altos de los ríos Guatapurí, Ariguaní, San Sebastian, Piedras y Caracol, albergan a su vez a los Ika o Arhuacos. Es un territorio que conserva aún tierras fértiles, entre ellas el sobresaliente Valle de Nabusímake. La lengua que hablan cada uno de los grupos que habita la Sierra pertenece a la familia lingüística Chibcha.
Los Kogi o cágaba son el grupo más tradicional y que tiene menor contacto con la sociedad nacional; los demás indígenas los concideran seres superiores en sabiduría y conocimiento. Habitan en las falda de la vertiente norte de la Sierra, en las partes boscosas y con más lluvias: Los Valles de los ríos Don Diego, Palomino y Ancho.
Kogi siginifica gente en la lengua de los cágaba, en su comunidad llaman nani o hemanitos menores al resto del mundo.
TERRITORIO Y POBLACIÓN
Aproximadamente 17.000 son en conjunto los indígenas de la Sierra: 1.500 son de Wiwa; 6.000 kogi, y Arhuaco 9.000.
Se distribuyen en los departamentos de Magdalena, el Cesar y la Guajira.
LABORES DIARIAS
Los Wiwa, Arhuaco y Kogi, concideran que la tierra es la Madre o la fuente de su alimentación. Cada familia tiene dos o tres parcelas en diferentes niveles climáticos para tener cultivos variados. En el clima frío siembran papa, arracacha, batata, ajo, col, cebollín, manzanilla; el aguacate, fríjol, maíz, ahuyama, guineo, plátano, caña de azucar, coca, tabaco, yuca y café, son los productos de clima templado de la Sierra.
Las parcelas se trabaja de acuerdo a la calidad de la tierra durante cinco o más años y luego se deja descansar. Cada familia permanece en la suya dándose tiempo suficiente para volver a sembrar; luego se traslada a otra zona de cultivo.
Las labores agrícolas se divide por sexo y edad. La tumba y la quema del bosque la realizan los hombres y la mujer ayuda en la preparación del terreno, la siembra y la recolección. Algunos trabajos se hace colectivamente y se desarrollan especialmente en las huertas de los centros ceremoniales.
Además de la atención a la huerta los indígenas tienen otras actividades complemenarias: kla recolección de frutas e insectos y la cría de animales domésticos, cerdos y gallinas, labores de infantes y mujeres; la caza y pesca, responsabilidades masculinas; y la ganadería, oficio familiar.
Últimamente algunos indígenas se han desplazado a trabajar como asalariados en la recolección de café.
VIVENDAS O ASENTAMIENTOS
Tres son los tipos de poblamiento o asentamiento de los indígenas de la Sierra: el disperso, compuesto por los bohíos de cada parcela; el nucleado; formado por los poblados, y el último constituido por los centros ceremoniales.
El poblamiento disperso tiene características diferentes según los grupos. El bohío o casa de los Kogi es circular, de techo cónico de paja o palma, con paredes de barro o madera y puertas hechas también de madera. Las viviendas de los ika varían de acuerdo al clima del espacio.
En las partes frías las casas están formadas por un solo recinto; son circulares, sus paredes son de bahareque y están recubiertas de piedra y el techo es de paja. En las zonas cálidas se construyen a veces casas rectangulares de cemento, ladrillo o adobe, de techos de zinc y divisiones internas.
Los Wiwa también las construyen en forma rectangular y algunas tienen techo de zins. Los poblados, esencia de los asentamientos nucleados, permanecen habitados sólo una parte del año. Los Kogi ocupan aproximadamente 15 de ellos, compuestos de numerosos bohíos y de templos llamados Nuhué.
VESTIMENTA
El atuendo de los hombres se componen de ruana o manta blanca larga ceñida a la cintura con una faja; un pantalón ancho, sostenido con un cordón y en la cabeza lleva un gorro blanco. Siempre cargan mochilas que son por lo general tres: dos cruzads sobre el pecho y otra llamada, Yuburumasí, que colgada del cuello o la cabeza cae sobre la espalda y sirve para llevar coca y poporo con cal.
La mujer viste dos mantas de algodon que ella misma confecciona. Van cruzadas y se sujetan con una falda hancha que da varias vueltas a la cintura.
CREENCIAS
El mundo está formado internamente por nueve pisos o mundos, cada uno con una determinada calidad de tierra y sus propios habitantes. El quinto piso es la tierra negra y fértil donde habita la humanidad. Los cuatro mundos de arriba tiene relación con la luz y los cuatro de abajo con la oscuridad.
La Sierra se asemeja aun cuerpo humano, cuyos órgamos y funciones corresponden a cada uno de los elementos que conforman la naturaleza. Esa es la noción del mundo y de su mundo entre los aborígenes serranos. Todo su pensamiento está basado en la vida y la fertilidad expresada en el agua de las nieves, el mar, ríos y lluvias. Según sus concideraciones, el fín del mundo está próximo, por ello deben cuidarse y respetar la naturaleza y los lugares sagrados que son los que les dan la fuerza para vivir.
LA AUTORIDAD O EL MANDO
Los indígenas habitantes de la Sierra se concideran descendientes de los primeros padres que se originaron en el mundo. Por esa razón son ellos los hermanos mayores y las demás personas los hermanos menores. Su calidad de hermanos mayores les impone la misión de cuidar el mundo creado y velar para que la vida no se destruida.
El Máma es la maxima autoridad y quien precide el centro ceremonial. Es el habitante principal de los sitios sagrados, de la naturaleza, el dueño del saber y el protector y defensor de la comunidad ante las fuerzas sobrenaturales.
Con sus bailes y cantos controlan las sequías, plagas y enfermedades; además a través de la adivinación deciden los asuntos de los individuos y los de la comunidad.
En la Sierra los Mamos de más alto rango son los Kogi quienes cuentan con ayudantes y aprendices. Sus decisiones son ejecutadas por los comisarios, encargados de convocar a la gente para los trabajos comunales y llamar la atención aquienes hayan cometido faltas. Las decisiones y la justicia son compartidas entre el grupo del Máma y el de los mayores, hombres respetados en razón de su edad y conocimientos.